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Crónicas de Midgard, Volumen 1, Libro 3, Capítulo 4 - ¡Rashem y Ayamis! ¿Existen o no?

I -... Y eso no es todo –Dijo Jiyande- hemos encontrado estatuas del Morganita Coral y otros tres soldados. Además de que la orden de Scrania está petrificada. Mondo y Lord Metin se miraron. Su mirada no pasó desapercibida a los ojos de Jiyande. -¿Qué es lo que saben y no nos están diciendo? ¡Hablen! -Coral era el orador de los soles. Estaba buscando algo, aunque no sé qué –Dijo Mondo. -Entonces el que mató al antiguo Orador, ¿fue él? Ya veo. Bueno, es un asunto interesante. Surtur entró en la sala. -Jiyande, tengo noticias y temo que no son agradables. -¿A qué te refieres? Si es por lo de Astinus y su dragón... -No, hemos revisado la biblioteca junto a los supervivientes que hemos logrado despetrificar. -¿Han dicho algo...? -Sí, ojos azules y pelo rubio. Es todo lo que llegaron a ver. -Mondo quédate aquí. Iré a ver a esos supervivientes. Mientras Lord Metin se iba, Surtur observaba su espada oscilar. Tomó una decisión. -Iré con él. Jiyande asintió. -¿Qué pueden querer de alguien que p

Rithian, de «Madre de acero» (Daniel A. D. Pérez)

 

(Imagen hecha con Artbreeder)


Nombre: Rithian

Raza: Humana

Hogar: Rynes, aldea de Gálithos

Edad: 40

Rasgos físicos: Es una mujer delgada, de estatura media, ojos marrones y largos cabellos negros. Aunque en la imagen no se pudo demostrar bien, su piel está tocada por el salitre y la luz diurna, ya que ha trabajado como pescadora durante años. Tiene manos fuertes y carga con algunos dolores, pero ninguno de ellos impedirá que emprenda su viaje.

Rasgos mentales: Es una mujer decidida y constante, piadosa excepto cuando le hacen mal a quien más ama: su hijo. Como habitante de Gálithos, una región cuyas creencias giran en torno a un amplio panteón de dioses, Rithian mantiene una fuerte fe e incluso se muestra supersticiosa en ocasiones. Es comprensiva y tiene un gran instinto maternal, mostrándose protectora con otros jóvenes si crea una buena relación con ellos.  

Su papel en la historia (sin spoilers): Rithian ha vivido todos sus años en Rynes y sin pensar en abandonar la aldea. Ama la vida simple, trabajando y cuidando de Brigol, su hijo de quince años. El padre los abandonó cuando este nació y, aunque Rithian quiso encontrarlo durante un tiempo, abandonó la esperanza para centrarse en el bebé y endureció su corazón. Sin embargo, cuando Brigol desapareció de Rynes, no dejó la búsqueda en manos de los guardias y se lanzó sola a encontrarlo, atravesando incluso las fronteras que nunca había imaginado abandonar. Los padres de Rithian fueron herreros, de modo que sabía un poco de espadas y, armada con una hoja decente, emprendió un camino en el que conocería a muchos personajes y viviría incontables situaciones peligrosas.

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