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Entrevista a Víctor Torres, primera parte
Tenemos el honor de presentar a Víctor Torres como primer entrevistado en Fantasinión. Agradezco el tiempo dedicado a responder estas preguntas y las que vienen con la segunda parte, porque, sí, habrá más la semana que viene y estará centrado en su obra, «Cazadora», de la que leeremos un poco en esta parte. Sin más dilación, ¡vamos allá!
¿Quién es Víctor Torres? Descríbelo como si fuera el personaje de una historia.
Víctor Torres es un hombre sencillo. En otro tiempo fue militar en una unidad operativa especializada en el combate y supervivencia en climatología extrema, el Regimiento de Cazadores de Montaña Arapiles 62, pero ahora sólo es un padre de familia y marido al que le gustan los perros, el senderismo, el boxeo y la escalada.
Cuéntanos detalles en cuanto a tu relación con la escritura. ¿Cómo empezó, qué planes de futuro hay?
No tuve ese pasado vocacional esgrimido por muchos, el famoso “llevo escribiendo desde los cinco años, garabateando cuentos en parvulario”, sino que empecé a escribir en 2017 la que es mi primera obra publicada, «Cazadora».
Leyendo «Los Archivos de Harry Dresden» me vi planteándome cómo se podía mejorar, así que me puse a ello. La cosa se alargó dos años por mi nulo conocimiento del oficio del escritor, pero el resultado está a la vista. «Cazadora» es una novela bastante buena, por lo menos eso dicen todos los que la han leído.
Sobre el futuro… Tengo escaleta preparada para tres entregas más y un plan general enfocado a sacar adelante una saga de ocho libros de las desventuras de Julia Garrido.
Por lo que he visto, la publicación de «Cazadora» es relativamente reciente. ¿Cómo fue la búsqueda de editorial?
¡Ni siquiera me planteé publicar al principio! «Cazadora» era un proyecto personal, como decía más arriba. Un intento de corregir errores en la obra de otro autor.
No obstante, según iba avanzando, las personas que lo leían (tengo la suerte de contar con un equipo de cuatro lectores beta espectacular) empezaron a insistir en la necesidad de publicarlo.
No le di muchas vueltas: lo envié a las principales editoriales, las grandes, y cuando pasaron seis meses hice lo propio con las pequeñas. De forma casual tropecé con la apertura de Ediciones Valhalla y su recepción de manuscritos, así que…
Creo que «Cazadora» fue el primer libro que les llegó.
¿Qué tal te sentiste al ver tu libro publicado o tenerlo entre las manos?
Aún han de llegar los ejemplares en formato físico a mi casa, pero no creo que suponga un momento especialmente emotivo. No soy un hombre muy sentimental.
Aparte de este proyecto de escritura, ¿hay otro en el que te gustaría trabajar?
Entre la tercera y cuarta entrega de «Cazadora» tengo pensado darle un año de hiato para trabajar en una novela de ciencia ficción ambientada en un futuro distópico. Tengo la escaleta a medias, pero puedo adelantar que hay guerras proxy y robots gigantes.
Y hablando de libros, ¿cuáles son tus favoritos? ¿Hay alguna lectura pendiente por ahí?
Sin tener siquiera que pensarlo: «Cien años de soledad». Mi libro favorito desde que lo leí a los 16. Nada me ha impactado tanto como el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Sobre lecturas pendientes… Cristo Bendito. Tengo la biblioteca de casa a reventar de libros de divulgación histórica mirándome amenazadores mientras escribo.
¿Cuáles son tus impresiones del mundo de la escritura y la lectura en la actualidad, tanto buenas como malas?
Si respondo a esto en profundidad, me sale un ensayo de ciento y pico páginas. No creo que tus lectores se merezcan esa tortura. En cualquier caso, te daré algunas pinceladas rápidas.
No soy un tipo muy comunitario. Todos esos rollos de “la comunidad de escritores” y tal que se montan en Twitter no acaban de llamarme. A parte del grupo que montaste tú, en el que estoy por la utilidad del material que vais colgando, no me he metido en nada más. Y pese a todo, he tenido suficiente para tomarle el pulso al mundillo, por lo menos al nivel que nos movemos.
Hay mucha mentalidad de “la generación de cristal”: cero voluntad de esfuerzo, ganas de mejorar bajo mínimos, mucho victimismo y el dedito acusador alzado las veinticuatro horas del día. Egos por las nubes sin nada detrás para respaldarlos.
Y, para terminar esta parte, ¿qué dirías a otros autores para animarlos a meterse en este berenjenal mar de oportunidades?
Que no lo hagan. Por lo menos, no si pretenden ganarse la vida con esto, encontrar fama o reconocimiento, ser portada de revistas y que sus libros estén en la estantería junto a los superventas.
No va a pasar. Para triunfar en este mundillo, como en tantos otros, hacen falta contactos, padrino e influencia. Y, sinceramente, si los tienes puedes salirte con la tuya donde quieras.
Y hasta aquí esta parte más personal de la entrevista. Nos vemos la semana que viene con preguntas sobre «Cazadora». ¡No te las pierdas!
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