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Crónicas de Midgard, Volumen 1, Libro 3, Capítulo 4 - ¡Rashem y Ayamis! ¿Existen o no?

I -... Y eso no es todo –Dijo Jiyande- hemos encontrado estatuas del Morganita Coral y otros tres soldados. Además de que la orden de Scrania está petrificada. Mondo y Lord Metin se miraron. Su mirada no pasó desapercibida a los ojos de Jiyande. -¿Qué es lo que saben y no nos están diciendo? ¡Hablen! -Coral era el orador de los soles. Estaba buscando algo, aunque no sé qué –Dijo Mondo. -Entonces el que mató al antiguo Orador, ¿fue él? Ya veo. Bueno, es un asunto interesante. Surtur entró en la sala. -Jiyande, tengo noticias y temo que no son agradables. -¿A qué te refieres? Si es por lo de Astinus y su dragón... -No, hemos revisado la biblioteca junto a los supervivientes que hemos logrado despetrificar. -¿Han dicho algo...? -Sí, ojos azules y pelo rubio. Es todo lo que llegaron a ver. -Mondo quédate aquí. Iré a ver a esos supervivientes. Mientras Lord Metin se iba, Surtur observaba su espada oscilar. Tomó una decisión. -Iré con él. Jiyande asintió. -¿Qué pueden querer de alguien que p

Técnicas narrativas I - La llave de la fantasía: los cuentos de hadas

 La llave de la fantasía: los cuentos de hadas


Todos los amantes de la fantasía llegamos a este maravilloso género en cuanto tenemos uso de razón. Desde nuestra infancia más inmediata, estamos expuestos a los cuentos de hadas. Si haces memoria, podrás enumerar cinco, diez, o incluso media centena. A lo largo de los siglos, los narradores de todo el mundo han creado cientos de cuentos de hadas. Nadie sabe el número exacto de cuentos de hadas que existen. Todos podemos rememorar los más populares, como La Sirenita, Jack y las habichuelas mágicas, Blancanieves o La Cenicienta. Pero lo más sorprendente es que la mayoría de los cuentos de hadas tienen su origen en el siglo XVI. De hecho, la primera versión de La Cenicienta ya existía en el año 7 a. C. y trataba de una esclava que se casa con el rey de Egipto.

Incluso hoy en día los cuentos de hadas tienen una gran influencia en nuestras vidas. Nos enseñan principios morales importantes, como aceptar a los que son diferentes a nosotros o no hablar con desconocidos, y nos proporcionan historias motivacionales sobre cómo vencer la adversidad y las dificultades. Sin lugar a dudas, uno de los escritores de cuentos de hadas más famosos es Hans Christian Andersen. Este autor escribió la friolera de 3.381 obras, entre las que se incluyen La Sirenita, El Patito Feo y El Rey Desnudo. ¿Por qué no te atreves a seguir sus pasos y a crear tus propios cuentos de hadas? Quizá sientes las bases de historias inmortales que enseñen a las generaciones del futuro cómo comportarse en determinadas situaciones, o tus obras derriben lo peor de los valores más arcaicos que todavía son una lacra para nuestra sociedad.

Diez consejos para escribir un cuento de hadas

A continuación, te dejo con diez consejos que te pueden ser útiles para crear tus propios cuentos de hadas.

1 – Mantén un lenguaje accesible y sencillo

Los cuentos de hadas siempre han tenido como público objetivo a personas de todas las edades y trasfondos, por lo que no es recomendable abrumar a la audiencia con palabras enrevesadas y oraciones demasiado subordinadas. En un cuento de hadas la información debe ser explícita, y cualquiera que lea tu historia debería poder comprender lo que ocurre y llegar a la conclusión acertada propuesta en la moraleja.

2 – Piensa en las viejas convenciones establecidas

¿Cuántas veces has leído aquello de «Érase una vez» o lo de «fueron felices y comieron perdices»? No solo eso, sino que cuando echas un vistazo a los patrones subyacentes en los diferentes cuentos de hadas, te das cuenta de que la mayoría de estas historias han sido construidas siguiendo ciertas convenciones. Es necesario las analices, que comprendas su paradigma para así poder decidir ceñirte a los cánones clásicos o por el contrario presentar un cuento de hadas rompedor que busque establecer nuevos referentes.

3 – Dibuja personajes arquetípicos y dales tu toque

El príncipe azul, la madrastra malvada, el anciano sabio… A lo largo de la historia de los cuentos de hadas, encontramos todo un elenco de arquetipos que se repiten y que están presentes en las historias para cumplir siempre un papel determinado. Incluir algunos de estos «personajes comodín» puede estar bien, porque quienes leen este tipo de narraciones tienen ciertas expectativas antes enfrentarse al texto. Sin embargo, quizá sea más interesante romper los esquemas impuestos y ofrecer a la audiencia personajes con roles renovados que reflejen unos patrones actualizados y más deseables para la sociedad. ¡Tu cuento de hadas puede ser una buena oportunidad para moldear los valores del mañana!

4 – Elige al protagonista

El héroe o heroína de tu historia debe representar valores positivos que quieras defender y perpetuar. Los protagonistas de estas historias suelen ser amables, humildes, inocentes y de buen corazón. Ten en cuenta que tu audiencia debe empatizar con este personaje, emocionarse con los obstáculos que se encuentre a lo largo de su viaje. Por lo tanto, una buena estrategia es hacer que tu protagonista sea una persona normal y corriente que evolucione a lo largo de la historia.

5 – Atormenta a tu protagonista con un buen villano

Un cuento de hadas sin un villano sería bastante aburrido. Crea un personaje malvado para poner a prueba las habilidades de tus héroes, capaz de poner un montón de obstáculos en su camino. El villano de los cuentos de hadas suele ser la fuente del conflicto. Por ejemplo, pueden evitar que su héroe logre sus objetivos o lastimarlos de alguna manera. Algunos villanos comunes incluyen al lobo feroz, la madrastra de Cenicienta o la reina malvada, pero como hemos dicho en el punto anterior, intenta crear tus propios arquetipos. ¡La experiencia será mucho más divertida para ti y para la audiencia!

6 – Un entorno fantástico

Moldea tus escenarios pensando en los estados de ánimo que quieres reflejar en tu cuento de hadas. Por ejemplo, una bonita cabaña en un bosque es el lugar perfecto para crear una sensación acogedora y cálida. Por otro lado, un castillo sombrío podría ser el escenario de un cuento de hadas gótico y oscuro. Otros ejemplos de escenarios comunes en los cuentos de hadas son, por ejemplo, un bosque encantado o un palacio real. Al elegir el entorno, también puedes elegir el contexto histórico de tu cuento de hadas. Otra alternativa es crear un cuento de hadas atemporal, anacrónico o incluso futurista. ¡Los límites los pone tu imaginación!

7 – La magia, la chispa de la fantasía

La magia es la mejor parte de cualquier cuento de hadas, la que guía a tu héroe y le ayuda a conseguir su final feliz. Piensa en el papel del hada madrina en La Cenicienta o del genio en Aladdin. A la hora de introducir elementos mágicos en nuestras historias, una técnica bastante útil es la del «¿Qué pasaría si…?». Prueba a preguntarte cosas como «¿qué pasaría si la espada del protagonista tuviera conciencia y se negara a matar?», o «¿qué pasaría si el portero del edificio fuera en realidad un dios inmortal que intenta huir de sus responsabilidades divinas?» Recuerda que cualquier elemento cotidiano puede tener poderes mágicos en un cuento de hadas.

8 – Un final para ser felices y comer perdices (o ser comidos por perdices)

La parte más importante de todo cuento de hadas que se precie es el final feliz. La mayoría de los cuentos de hadas terminan con final feliz, por lo que plantea cómo recompensar a tu protagonista por superar todas las trabas a las que se enfrentará a lo largo de su viaje. Piensa en cómo se resuelve el conflicto de tu cuento de hadas o cómo tu protagonista derrotará al villano. No obstante, no todos los cuentos de hadas son tan bucólicos. También existen historias escabrosas y oscuras que buscan dar una lección a través del miedo y los finales macabros. ¡Todo tiene su público!

9 – La guinda del pastel: la moraleja

Una moraleja es una lección importante que la audiencia aprende cuando termina de leer una historia. Por ejemplo, la moraleja de la Bella y la Bestia es fijarte en la belleza interior de los demás, sin dejarte guiar por las apariencias o las primeras impresiones (esa, ¡o ilustrar lo malo que es el síndrome de Estocolmo!). Piensa bien en qué moraleja quieres enseñar con tu historia, pues a menudo te ayudará a dibujar todos los demás elementos narrativos de tu cuento de hadas.

10 – Una vuelta de tuerca: el retelling

Seamos honestos. Los cuentos de hadas tradicionales se han quedado desfasados, y a menudo muestran conductas poco deseables para la sociedad del siglo XXI. A través del retelling, los autores adaptan las historias de siempre a las necesidades de la audiencia de hoy en día. ¡Busca la inspiración en los clásicos y ofrece una nueva visión refrescante e inclusiva!


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