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Telón descubierto - "Héroes de Cobre", de Marta Álvarez e Iguazel Serón
Presentación:
· Título: Héroes de Cobre
· Autoras: Marta Álvarez e Iguazel Serón
· Género: Fantasía steampunk
· Editorial: Nocturna Ediciones
· Año: 2019
· Saga: Libro independiente
· Páginas: 696 páginas
· Enlace de compra:
https://www.nocturnaediciones.com/libro/197/heroes_cobre
Al ser una obra conjunta de dos
autoras, se señalará la aportación de cada una de las dos autoras antes de su
intervención
Sinopsis
Cuando el rey de Galvania muere, se convoca una competición de aspirantes
al trono. ¿El objetivo? Encontrar una serie de objetos mágicos antes de que
concluya el tiempo. ¿Las principales normas?
1) Es obligatorio
participar por equipos.
2) Se prohíbe utilizar
los objetos para el beneficio propio.
Pero pronto, con el incumplimiento de ambas reglas, queda claro que lo que
está en juego es mucho más que la corona y que unas gotas de sangre derramada
pueden acabar salpicando a todos. Al fin y al cabo, ¿por qué competir por un
reino… cuando puedes conquistarlo?
Ambientada en un mundo de corte steampunk donde existe la magia, Héroes de
cobre es una fascinante novela con trece protagonistas y una original historia
autoconclusiva.
Influencias:
En este punto toman voz las autoras
Iguazel
Serón
El mundo de los videojuegos tuvo una gran influencia para mí.
Franquicias como World of Warcraft y títulos como Dragon Age 2 me
motivaron a la hora de escribir.
Marta
Álvarez
Todo lo que he leído me ha influido de
una manera u otra, claro, desde Memorias de Idhún hasta Las ventajas
de ser un marginado. Pero no sabría señalar ninguna obra o autor en quien
nos hayamos inspirado para Héroes de Cobre en concreto. Es cierto que
hay algunos guiños: por ejemplo, los rebeldes de la novela se llaman «los
rebeldes del ave cé» en honor a «les amis de l’ABC» de Los Miserables, y
también colé una frase inspirada en La princesa prometida; pero son
referencias puntuales
¿Qué puedes encontrar?
Una aventura con diversos puntos de
vista
En Héroes de Cobre la acción
da saltos continuos gracias a una estructuración basada en la vista concreta de
un personaje de un capítulo a otro, logrando que la lectura no solo sea
increíblemente dinámica sino que, además, experimentes el viaje que ellos hacen
y puedas sentir las emociones a flor de piel. Esa sensación de conocerlos a
medida que avanza la lectura, de compartir sus alegrías e inquietudes, es algo
que no tiene precio.
Un colectivo de personajes que
encajan como las piezas de un puzle
Al tener un grupo tan definido de
personajes, podría pensarse que fueron creados para encajar unos con otros y no
sería una mala teoría, no solo por la forma en que se interrelacionan unos con
otros, también por el hecho de que están obligados a colaborar y, cómo bien
dice el refrán, el roce hace el cariño; pero lo que me han transmitido
realmente ha sido una sensación de uniformidad que nada tiene que ver con la
trama, como si fuera una reunión de antiguos compañeros que se repite cada vez
que alguien lee la historia.
Si algo me ha demostrado esta historia
es lo positivas que pueden ser las relaciones entre personajes, es más, me
atrevería a decir que la lectura de esta obra me enseñó dos cosas: cada
personaje es un mundo completamente diferente y, antes de que te des cuenta,
los personajes se abrirán un hueco en el corazón de los lectores.
Un mundo creado con muchísimo mimo
Algo que salta a la vista durante la
lectura es que nada está sujeto a capricho en el mundo de Héroes de Cobre y
que, lejos de pasar por un proceso de worldbuilding breve, cada lugar, cada
paisaje y cada pieza han sido elegidas cuidadosamente y perfiladas con todo el
cariño que un artista (en este caso, dos artistas) pueden ponerle a su obra. No
es la primera vez que puedo ver los entornos narrados en la historia, una
sensación que me encanta y no me cansaré nunca de repetir, mas en esta ocasión
podía admirarlo todo con un detalle concreto y particular, casi exhaustivo,
logrando que sintiese admiración con hasta el más pequeño detalle.
Preguntas a las autoras:
Iguazel
Serón
¿Es complicado colaborar en un proyecto con otra escritora? ¿Hay
conflicto de ideas o intereses?
Sí, es complicado, no te voy a
mentir. Escribir con otra escritora significa que tienes que dejar a un lado tu
ego y entender que hay algo más importante que vosotras dos: la historia. Dicen
que cada maestro tiene su librillo, y eso hace que cualquier proceso de
escritura a cuatro manos dé lugar a momentos en los que no vas a estar de
acuerdo con la otra persona. Lo importante es tener la lógica y el buen ver de
poner el conflicto sobre la mesa y saber qué opción es la que va a ser más
positiva para la historia. Habrá veces en las que tu idea será la que se quede
y otras que no, y no pasa absolutamente nada.
En mi caso, trabajar con Marta es un
proceso muy amable. Siempre hacemos lluvia de ideas y tratamos de hacer que lo
que ambas proponemos pueda encajar. Si no lo hace no nos importa, habrá otras
historias que contar de esa manera. El interés en nuestro caso nunca ha sido un
problema; las dos queremos que la novela salga lo mejor posible. Teniendo eso
en mente, creo que es fácil gestionar la escritura a medias. Es muy importante
comunicarse constantemente, asumir tus debilidades y fortalezas y tratar de
compensar las de la otra persona. En el caso de Héroes de cobre, la verdad es que tuvimos bastante libertad
creativa porque, aunque la trama central era intocable y la teníamos que
sincronizar, las secundarias sucedían en puntos totalmente distintos del mapa y
no teníamos que tener tan en cuenta la narración de la otra para escribir. En
nuestro último proyecto que hemos terminado juntas, el proyecto Losbias, no ha
sido así. Hemos tenido que trabajar mano a mano constantemente, pero tampoco ha
sido ningún drama.
Lo digo siempre que nos preguntan por
esto, pero una compañera de escritura no es necesariamente tu amiga. La gente
tiende a pensar que escribir a cuatro manos es algo que tienes que hacer con un
buen amigo y, si bien es cierto que la confianza ayuda, desde luego ser amigo
de alguien no determina que el proceso de escritura vaya a funcionar. Esto es
como cuando te vas a vivir con un colega o con tu pareja y de repente os
empezáis a llevar fatal, pues lo mismo. Hay amigos del alma con los que pasarás
horas y horas hablando de mil cosas y os entenderéis de maravilla, pero no
podríais convivir ni un día y eso no os hace menos amigos. Tu compañero de
escritura es esa persona que hace clic contigo
al escribir y, cuando eso pasa, todos los obstáculos que se nos puedan ocurrir
al compartir una novela con otra persona desaparecen. Porque lo confieso,
escribir a cuatro manos es divertidísimo.
Muchos autores se decantan por crear pocos protagonistas, ¿por qué crear
doce y no menos?
Surgió así. Héroes de cobre nació como una novela muy coral porque nos apetecía
tener muchas voces y funcionaban para lo que queríamos contar. En realidad, a
veces, me cuesta decir que son doce protagonistas, porque yo creo que son
menos. Son once voces, no doce personajes principales. Para mí, el alma de Héroes de cobre está en algunos
nombres… ¡Pero no me voy a mojar!
Marta y yo queríamos crear una novela
de aventuras muy dinámica y los saltos de punto de vista nos daban esa
movilidad en el texto. Como digo, no es algo que planeáramos en absoluto. Ahora
mismo estamos escribiendo otra novela juntas y hay una única narradora y
compartimos voz. Todo depende del proyecto y lo que quieras contar.
¿Qué dirías que es lo más importante a la hora de crear una historia
desde cero?
Una vez más: saber qué quieres
contar. Cuando era adolescente empezaba muchas historias y no acababa ninguna y
creo que el error estaba en que sabía dónde empezar, pero no tenía ni idea de
lo que me iba a encontrar a medio camino ni al final. Una cosa es ser brújula o
mapa y otra es no saber qué es lo que quieres hacer con tu novela.
No es necesario marcar una escaleta
con cada escena, pero sí que creo que es importante marcarse el camino un poco.
Si tú no tienes claro lo que estás contando ten en cuenta que cuando te lean
van a ir todavía más perdidos que tú. Y en fantasía es muy muy importante
comprender las leyes de tu universo y encontrar una lógica (aunque sea una
lógica ilógica) para las mismas. Si no lo haces, al lector le surgen preguntas
y no las vas a saber responder. Y no le deseo eso a nadie, la verdad.
Marta
Álvarez
¿Cuál es tu parte favorita del
proceso creativo?
Sin duda, la creación de personajes.
Aunque como lectora disfruto de historias muy distintas, como autora no concibo
crear una novela que no parta de los personajes. Me divierte muchísimo ir
moldeándolos poco a poco, descubriendo a través de ellos qué peculiaridades
tiene el mundo que habitan y cómo ellos se ven afectados por dichas
peculiaridades. Además, es un proceso (para mí o, en este caso, para nosotras)
previo a la trama, de modo que todas las puertas están todavía abiertas. ¡Todo
es posible!
Al escribir entre dos, nos damos
feedback, creamos anécdotas del pasado de los personajes o de su futuro, nos
inventamos relaciones entre los diferentes protagonistas… Gran parte de todo
eso ni siquiera llega a aterrizar en la novela; al menos no literalmente, pero
nos ayuda a profundizar en los personajes, a conocerlos bien y quiero pensar
que esa multidimensionalidad sí se ve reflejada en la historia, aunque sea a
costa de un montón de anécdotas y batallitas que nos dejamos en el tintero.
Y hablando de escribir a cuatro
manos, me gusta la colaboración a lo largo de todo el proceso: avanzas más
deprisa, tienes a dos cabezas para solucionar los posibles problemas, para
aportar ideas que quizás a ti nunca se te hubieran ocurrido, tienes la emoción
de la autora, pero también de la lectora que, a veces, no sabe del todo qué va
a pasar, tienes a alguien con quien fangirlear constantemente… Si dejas a un
lado el ego, para mí todo son ventajas.
¿En qué sentido dirías que escribir Héroes
de Cobre te ha afectado como escritora?
Héroes de Cobre es un libro muy largo, así que quizás
a muchos les sorprenda leer que la versión final es el resultado de varias
tandas de corrección en las que nos centramos casi exclusivamente en recortar.
Aunque en la primera corrección resultó sencillo eliminar algunos pasajes que
sobraban, llegó un punto en el que ya no sabíamos que más quitar; al menos, no
sin cambiar drásticamente la estructura de la novela o sin borrar,
directamente, alguna subtrama. Nos daba la sensación de que, quitásemos lo que
quitásemos, nunca era suficiente. Al final creo que la novela tiene la longitud
que necesitaba la historia que nosotras queríamos contar, pero el proceso fue
tan exhaustivo (hasta niveles que no os podéis imaginar) que se me quedó
grabado. Aún ahora, años más tarde y en otros proyectos, me encuentro a mí
misma obsesionada con recortar y recortar, y tengo que hacer un esfuerzo para
recordar que quizás esa otra obra en cuestión no lo necesita como lo necesitaba
Héroes de Cobre.
Por el lado positivo, Héroes de
Cobre fue mi primera incursión en el mundo de la escritura a cuatro manos,
algo inesperado en lo que Igua y yo nos lanzamos porque éramos amigas, nos
gustaba escribir y queríamos probar; y me encantó. Ya hemos escrito otra novela
juntas, el #proyectoLosbias, y tenemos planes para otras dos como mínimo, y las
otras mil que se nos ocurrirán entretanto. Así que, en ese sentido, Héroes
de Cobre me ha descubierto la experiencia de escribir a cuatro manos y me
ha demostrado que la disfruto enormemente.
Has escrito diversas obras en
colaboración con otras autoras, ¿crees que serías capaz de emprender ese
proceso en solitario?
Como digo, escribir Héroes de
Cobre fue todo un descubrimiento, y además fue inesperado. Yo llevaba toda
la vida escribiendo por mi cuenta y, aunque cuando empezamos a trabajar en Héroes
de Cobre aún no había publicado nada, para cuando salió a la venta la
situación había cambiado mucho. Mientras Igua y yo trabajábamos en nuestra novela,
nació el proyecto de Mystical y escribí los dos tomos paralelamente a Héroes
de Cobre. A día de hoy, he publicado cinco novelas en solitario y una a
cuatro manos, y esto decidida a seguir haciendo ambas cosas. A veces me gusta
que la idea surja entre Igua y yo, y a veces se me ocurre una por mi cuenta y
siento que tengo que contarla sola. Todo depende del origen de la idea, la
verdad. Aunque, como he comentado antes, disfruto mucho de la parte
colaborativa de la escritura, ya sea escribiendo a cuatro manos o a un nivel
distinto trabajando junto a ilustradores.
Ahora mismo tengo tres proyectos en
marcha: uno es con Igua (el #proyectoFleur), los otros dos (el #proyectoDark y
el #proyectoVillancicos) los firmo sola, pero en ambos tengo la suerte de
contar con ilustradores magníficos y el proceso de trabajar con ellos es una
gozada.
Cita del libro:
Iguazel
Serón
«Sero ha sido un enigma para ella
desde el principio, y está convencida de que es esa imposibilidad de saber en
qué está pensando lo que la arrastra hacia él una y otra vez».
Marta
Álvarez
«—Recordad: Nunca disparamos la
primera bala…
—¡… pero siempre disparamos la
última!»
Enlace de la reseña en “El hogar del
soñador”:
https://thehomeofthedreamer.blogspot.com/2021/01/resena-heroes-de-cobre-de-marta-alvarez.html
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