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I -... Y eso no es todo –Dijo Jiyande- hemos encontrado estatuas del Morganita Coral y otros tres soldados. Además de que la orden de Scrania está petrificada. Mondo y Lord Metin se miraron. Su mirada no pasó desapercibida a los ojos de Jiyande. -¿Qué es lo que saben y no nos están diciendo? ¡Hablen! -Coral era el orador de los soles. Estaba buscando algo, aunque no sé qué –Dijo Mondo. -Entonces el que mató al antiguo Orador, ¿fue él? Ya veo. Bueno, es un asunto interesante. Surtur entró en la sala. -Jiyande, tengo noticias y temo que no son agradables. -¿A qué te refieres? Si es por lo de Astinus y su dragón... -No, hemos revisado la biblioteca junto a los supervivientes que hemos logrado despetrificar. -¿Han dicho algo...? -Sí, ojos azules y pelo rubio. Es todo lo que llegaron a ver. -Mondo quédate aquí. Iré a ver a esos supervivientes. Mientras Lord Metin se iba, Surtur observaba su espada oscilar. Tomó una decisión. -Iré con él. Jiyande asintió. -¿Qué pueden querer de alguien que p...

Telón descubierto – “Ylandra: Tiempos de Osadía” de Roberto Navarro



Presentación:

· Título: Ylandra: Tiempos de Osadía

· Autor: Roberto Navarro

· Género: Fantasía Grimdark

· Editorial: Ediciones Labnar

· Año: 2020

· Saga: Ylandra#1

· Páginas: 584 páginas

· Enlace de compra: https://www.edicioneslabnar.com/libro/ylandra-tiempo-de-osadia_112780/

Sinopsis:

Es época de cambios en la República de Ylandra y la quietud de una calma tensa se quiebra ante los brotes de conspiraciones, vendettas y traiciones.

Las elecciones para cubrir el puesto de gobernador del oeste se convierten en escenario de la rebelión de los esclavos anirios. Un alzamiento alentado por un misterioso asesino de terratenientes conocido como el Inferus.

La Escuela, una institución que instruye a jóvenes con dones extraordinarios y los forma como maestros, ve peligrar la estabilidad y hegemonía con las que ha guiado y apoyado a los gobiernos de la República durante siglos. La premonición que asalta a uno de sus maestros anuncia su propia destrucción, mientras el Estado del Norte abre viejas heridas al mantener la ocupación de un territorio que no les pertenece.

Entre tanta turbación, los susurros de una profecía olvidada se extienden por una fortaleza oculta, donde la prohibida y creída extinta Orden de Addai decide acudir a sus eternos enemigos para evitar el destino de Ylandra. Depositan la última esperanza en el maestro Aleyn Somerset, señalado como traidor y genocida. Alguien a quien todos dan por ajusticiado y muerto.

La amenaza del fin ya ha comenzado a cumplirse.

Los Tres han despertado y su odio lo consumirá todo.

Dioses que sembrarán el caos frente a hombres divididos.

No hay lugar para la cobardía.

Es tiempo de ser osados.

Influencias:

En este punto toma voz el autor

Son múltiples las influencias que me llevaron a escribir Ylandra, y de todas ellas se puede encontrar o al menos intuir su presencia.

Por ejemplo, de mi encuentro tardío con la archiconocida saga Harry Potter nace el deseo de construir una historia larga y compleja, salpicada de una magia preciosa. Con otra saga, Crónica de un asesino de reyes, y más concretamente con su “Universidad”, descubro el tono que pretendo dar a una de las partes más importantes de la historia de Ylandra: la Escuela. Y como esto va de sagas, otra de ellas me permitió saber la forma en la que mejor podría narrar esta historia: dedicando cada capítulo a uno de los personajes principales de la historia (nueve, en el caso de Tiempo de Osadía). Estoy hablando de Canción de hielo y fuego, por supuesto. De esta magnífica saga también extraje algo de su crudeza y realismo.

También pueden encontrarse influencias de algunas novelas, destacando mi novela favorita hasta la fecha: Raíces, de Alex Haley. La esclavitud tiene un peso muy relevante en Ylandra y de Raíces bebe mucho en esa parte; pero no solo en la literatura enraíza esta historia. Del ámbito televisivo extraje la forma en la que quería representar la política imperante, al modo de la serie The Wire, que traspasa lo brillante al mostrarnos un mundo cínico construyéndose sobre reglas totalmente interesadas.

Y, por último, está la profesión con la que hace algunos años contraje matrimonio: la psicología. Esta ciencia impregna no solo la construcción y el desarrollo de los personajes, sino que ciertas ideas y corrientes de la psicología, como el mundo emocional o la Terapia de Aceptación y Compromiso, transcienden en la construcción de algunas disciplinas de la Escuela y sientan las bases de una de las tramas más importantes de la saga (pero eso vendrá en los siguientes libros).

¿Qué puedes encontrar?

Una historia muy completa donde nada es lo que parece ni nadie es puro del todo

Lo primero que maravillo de esta novela fue su característica tan singular de hacerme dudar de lo que ya sabía y sorprenderme con una respuesta inesperada, algo que francamente agradezco por dos razones: me ayuda a meterme mucho más en la historia y es genial cuando te sorprendes capítulo a capítulo. Además, Tiempos de Osadía no solo juega con el argumento, sino que también te hace pensar a medida que vas leyendo y establece una conexión profunda lector-historia.

Una visión de la magia desde una base científica y práctica

Tal y como ha dicho el autor en el apartado anterior, el sistema mágico de la saga está construido sobre unos principios reconocibles, pero ante todo es lógico y respetuoso. Me explicó: es un sistema que prima el esfuerzo por sobre todas las cosas, que alaba la formación y el interés, algo que me gusta especialmente por alejarse de tópicos como “el elegido” o “el poder por estratos sociales”. También aprecio francamente que esté basada en la realidad que conocemos y, al mismo tiempo, se desligue totalmente de esta para sorprender con un rumbo nuevo y auténtico. 

Personajes tan auténticos como la vida misma

El gran punto a favor de la saga son sus personajes, todos tan auténticos que te hace replantearte seriamente si se trata de una historia ficticia. Sin importar la importancia que tengan, su categoría o su aparición mayor o menos, todos los actores que conforman el plantel de Ylandra: Tiempos de Osadía están construidos con mimo y desarrollados a la perfección, perfilados como si fueran obras de arte que exponer y no como elementos de usar y tirar en beneficio de la historia.

Preguntas al autor:

¿Cómo nació la historia?

Cuando decidí que quería escribir Ylandra, yo ya había escrito una novela con tintes policíacos, una novelette romántica y había dejado a medias un thriller. La idea de escribir una saga ni siquiera se me había pasado pro la mente, pero ahí aparece Harry Potter. Todo tan bien construido, cada libro dándole a la historia más coherencia, más contenido, más, más y más; y, cuando vi todo esto, dije: «yo quiero escribir algo así». El pensamiento siguiente es la voz de tantos adultos diciéndome: «y yo quiero un helicóptero, no te jode». Es decir, puedes desear, pero no conseguir; y tenía razón. Por aquel entonces, con 22 años, no tenía la capacidad, ni las habilidades, ni el tiempo, ni tampoco las ganas de escribir lo que de verdad quería, así que lo aparqué. Pero de vez en cuando, cuando en una novela o en la televisión me exponía a ciertos estímulos, esa idea surgía de nuevo: «yo quiero escribir algo así». Y un día, más de un lustro después, de vacaciones en la playa, dibujé un mapa a boli, puse nombre al personaje de Aleyn y, de vuelta a casa, empecé a escribir.

¿Cuál dirías que es el personaje clave de Ylandra: Tiempos de Osadía?

¿Si respondo “ninguno” está bien? Hay diferentes tramas. Yo diría que unas cuatro principales, y en cada una de ellas hay personajes que tienen mucho peso y otros que ni siquiera las tocan. Si tuviera que destacar algunos personajes, seguramente serían tres: Mara, Siara y Aleyn. Pero no sé si lo hago por afinidad con ellos, porque son los que más me gustan, con los que más deseo encontrarme o porque realmente sean la clave de Tiempo de Osadía. El resto de los libros de la saga tendrán protagonistas, pero este primero no.

Si pudieras destacar tres escenas, ¿cuáles serían y por qué?

1.      Oriunda de un estado esclavista, y siendo su padre juez y uno de los más poderosos terratenientes, una impotente y furiosa Mara presencia junto a sus hermanos cómo varios de los anirios propiedad de la familia son colgados en la horca:

El juez asintió y Ron fue tumbando los taburetes con una patada. Los anirios empezaron a ahogarse. Los ruidos de sus inútiles intentos por coger aire y su pataleo constante revolvieron las tripas de Viktor, que apartó la mirada. A su derecha, se encontró con Jules agarrando el brazo de una Mara de gesto furioso y contraído. Jules le decía cosas al oído, tratando de calmarla.

Cuando los anirios murieron, Ron y otros dos hombres bajaron los cuerpos y los lanzaron al suelo. Se acercaron a otros cuatro y les obligaron a avanzar.

—Suéltame —oyó decir a Mara.

—No puedes hacer nada —le susurró Jules.

—¡No puedo hacer nada!

Casi con suavidad, Mara se soltó del agarre de su hermano y comenzó a avanzar en dirección a su padre.

Destaco esta escena por cómo retrata la realidad del mundo de Ylandra, donde las leyes y el engranaje sociocultural permiten actos como el descrito, sin que los “buenos” puedan actuar al respecto ni los “malos” vayan a ser sancionados.

2.      Una de las tareas con la que la profesora de alquimia Siara Roscharch sirve a la Escuela es el cuidado de los potros de la villa. En esta ocasión, Mara presencia cómo Siara, ayudándose de alquimia, trata de mantener con vida a un débil potrillo recién nacido que se niega a comer.

Hay elementos en la naturaleza muy poderosos. La sangre que brota tras una herida de guerra, por ejemplo. Habrá rabia, fuerza y miedo en cada gota de esa sangre. El agua de una tormenta, el semen producto de una relación sana y satisfactoria o el sudor del esfuerzo. Todos ellos son elementos poderosísimos. En este caso, el elemento que guarda mayor potencial alquímico es la leche. Y es que no es solo leche. Bueno, lo sería si tú o yo la bebiéramos sin más, pero si la utilizamos como componente alquímico puede ser algo maravilloso —aclaró—. Esto de aquí es leche materna. Hay sacrificio y amor. Hay dolor en ella, pero también esperanza. Hay fuerza. Piensa en todo lo que una madre debe hacer y sentir para criar a un hijo. Todas esas emociones están condensadas en este líquido, latentes, esperando a que las manos del alquimista adecuado extraigan todo su poder.

Destaco esta escena como muestra del tratamiento de las emociones en la alquimia. La alquimia constituye la parte mágica más poderosa de Ylandra, así como las emociones están intensamente presentes en nuestros pensamientos y actos. Y Siara es toda poder e intensidad.

3.      Samael, creyendo a su captor Aleyn dormido, escapa a la desesperada durante la noche, solo para ser encontrado por éste muy poco después. Molesto por su fallida tentativa, se resigna a viajar de nuevo junto a Aleyn por el bosque.

Aleyn echó a andar, desandando todo el camino que, con tanto esfuerzo, Samael había recorrido. Este lo siguió, a unos metros de distancia, con los hombros caídos y los puños apretados.

—Te diré que haría yo en tu posición —dijo Aleyn al cabo de un rato.

—¿Obedecer al hombre que asegura tener intención de matarme? No, gracias.

Aleyn sonrió. El chico podía actuar de forma descuidada, pero tenía valor y ese ligero toque de cinismo le hacía gracia.

—¿Te parece que soy de los que obedecen? —pregunto Aleyn a su vez—. No obstante, me aseguraría de que mis planes tuvieran éxito. No embestiría cual toro cabreado. Atiende, anda, y a lo mejor aprendes algo útil. Primera regla: conoce a tu enemigo. ¡Daxal, es tan antigua y obvia que hasta se me cae la cara de vergüenza! A ti debería pasarte lo mismo. Tu enemigo soy yo, chico: el gran maestro Aleyn Somerset. Demonios, soy toda una eminencia histórica. No se llega hasta aquí siendo torpe e incompetente, así que dudo mucho que puedas escapar de mí con planes tan simples e improvisados, ¿no crees?

—Si usted lo dice…

—Así que, conoce a tu enemigo. Fortalezas, debilidades y todas esas patrañas.

—¿Debilidades? —preguntó de pronto Samael—. ¿Cuáles son sus debilidades?

Aleyn soltó una sonora carcajada.

—Oye, chico, tendrás que esforzarte un poco más. Aunque preguntar es un buen comienzo. Segunda regla: conoce el terreno (…)

Destaco esta escena por mostrar un retazo del inicio de una relación entrañable entre Aleyn, un personaje que ha acumulado en su vida gran fama y autoridad, y Samael, un ladronzuelo en principio irrelevante.

Cita del libro:

«En ese caso, te diré que tienes que hacer con la aflicción, la pena, el odio, el rencor, la culpa, las ganas de venganza y con todo lo demás en lo que ahora mismo te has convertido. ¡Abrázalo! —rugió—. Agárralo tan fuerte como puedas y no lo sueltes nunca. Todas esas emociones moldearán tu fuerza y tu poder. Así pues, no las evites, ni reprimas, ni suprimas. No importa cuánto duelan. No importa si agujeran tanto tu corazón que temes ser incapaz de volver a respirar. Deja que lo hagan. Deja que te hieran. Deja que te maten. Son vida y de la vida procede nuestro conocimiento y nuestro poder»

Enlace de la reseña en “El hogar del soñador”:

https://thehomeofthedreamer.blogspot.com/2021/03/resena-ylandra-tiempos-de-osadia-de.html

 


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