(Ilustración por Eddy Shinjuku)
Prestar: Dar una cosa a una persona para que la use durante un tiempo y después la devuelva.
Glob leyó y releyó la definición. Después hizo lo mismo con la conversación de Chat que había tenido con Xanquete. Te presto la espada, se podía leer claramente. Glob suspiró. No había lugar a la duda, sus palabras no daban pie a interpretaciones varias. No había dicho te dejo, te doy, te llevas la espada. Te presto la espada, blanco y en botella, leche.
Los chats era un sistema de comunicación que lo cargaba el Diablo. ¿Qué hacer cuando en un chat privado preguntas algo y no te contestan? ¿Vuelves a preguntar sobre tu pregunta mientras la notificación de leído te mira como si fueras idiota? Eso te puede llevar a otra pregunta peor. ¿Qué hacer cuando en un chat privado preguntas algo, no te contestan y vuelves a preguntar? Esto puede convertirse en un bucle que sigue hasta el infinito y más allá. Glob decidió romper el bucle en su pregunta 10, su número mágico. Descartada la opción de seguir preguntando a Xanquete por el chat privado, decidió escribir en el del gremio. Tener conversaciones privadas en público, clásico de los Chat.
GLOB: Hola, creo que dejé la espada, El Sonido del Viento a alguien del gremio. Creo que fue en la barbacoa o en la aventura del lago. ¿Alguién la tiene por ahí en un rincón? ;P
Glob recordaba perfectamente a quien y donde había PRESTADO la espada, pero no era políticamente correcto señalar a la gente en el chat general.
LA PRINCESA DE BELAIR: Hola! Pues me la regaló Xanquete para mi cumpleaños. Pensé que era suya! Se habrá despistado, como es tan mayor! XP
GLOB: La tienes a mano, me urge bastante!
LA PRINCESA DE BELAIR: Pues resulta que se la intercambie a Ignar por un Item que me combinaba más! Vaya espada viajera!
Aquella era la peor opción posible... Conecto por videochat con Ignar.
-Ignar, tienes el Sonido del Viento? Lo necesito para ser el primer jugador en cazar el Rey de los Vientos Alisios.
-¿Para qué crees que lo necesito yo? ¿Acaso no te está llegando la señal de video?
La melena pelirroja de Ignar se movía al son del viento que salía de la espada. Y delante de ella la presa que ya no sería el primero en cazar.
Odiaba a Ignar.
@AlbertAntunez
El aspirante a capitán de la guardia necesitaba, para lograr su objetivo, derrotar al invencible guerrero del bosque, una aberración de la naturaleza que cobró vida con fuerza sobrehumana por culpa de un mal hechizo del mago de la corte, y que siembra el caos en el territorio.
@CocheMandarino
El pasado siempre vuelve, y para Krill`Kruat era algo literal y diario. Daba igual donde estuviera, o que hiciera, cada día, exactamente a la misma hora, aparecía su yo del pasado y le plantaba cara, para darle muerte. Tampoco es que fuera mucha molestia, ya que su versión pasada era patética comparada con la presente. Pero ver todas las tardes a la persona que fue, a la persona que había traicionado -junto a todo lo demás- para ascender a la forma de demonio, resultaba bastante irritante. Y lo peor de todo era la cara, su cara, la de hacía tanto tiempo. Tan cargada de sufrimiento y pena, por su yo actual.
Puede que algún día fuera ese rostro el que acabara por darle muerte, cuando se cansara de que le recordasen siempre, la buena persona que fue una vez.
@CristiancHessel
Lobos, monstruos carroñeros, criaturas nocturnas... La guerrera no les tenía miedo. Era diestra con la espada y había viajado de reino a reino; ni siquiera un demonio la podía amedrentar. Nada brillaba más que su acero.
@DanielADPerezD
No era la primera vez que la guerrera de encontraba a una de esas criaturas, siempre acechante ante la idea de conseguir alguna presa, las cuales solían ser niños.
Por lo que no podía dejar pasar aquel tema por más tiempo, así que se enfrentó a ella, en su propio campo, poco importaba lo que le costase, pero debían acabar las masacres, ya no era sólo por ella, sintiéndose una traidora contra los suyos, traidora ante criaturas no humanas, pero era imperante la lealtad a su rey, sobre toda las cosas, incluso sobre ella misma.
@Eeveesr14
De los árboles habían nacido unos seres demoníacos que atacaban a los transeúntes. Estos monstruos eran su extensión y, primero, dejaban inconscientes a sus víctimas para luego cubrir su cuerpo con raíces que nacían de su cabello. Concluía en un festín para ellos. El miedo se extendió por la comarca hasta que llegó la noticia de una joven que se salvó. Al principio todos creían que eran eso, rumores; pronto vieron que no era así.
La chica hizo presencia en el pueblo con la cabeza cortada de sus enemigos. Nadie lo podía creer. Esa mujer era joven, pelirroja y ya desde el primer momento mostró su estatus. No ocultó su origen; una antigua caballera al servicio de algún gran noble.
Ella juró ante todos que cazaría a todos esos seres, o que moriría en el intento. Su promesa se cumplía. Día tras día, los árboles que criaban esos seres eran destruidos para evitar más engendros en un futuro y los pocos que quedaban, eran los más fuertes y ágiles.
La chica se enfrentó a uno de ellos. Sin esperar su gran habilidad, acabó herida en el rostro. La cicatriz que quedó de ese conflicto era un jarro de agua fría en la espalda de todos los habitantes. Ella había ganado, pero ya no era tan invencible.
Seguía siendo la guardiana, pero ahora los demás saben que ella podía ser derrotada. Solo era cuestión de tiempo que la barriesen del mapa.
@jesusakacarton
Llevaba días buscándolo y su odio no había hecho sino crecer. Le daría muerte a la menor oportunidad, sin piedad alguna, la misma que él había tenido con ella. Entonces, lo vio por fin en un claro del bosque. Él también la reconoció a ella, y por un instante, volvieron a ser un buen hombre y su hija, un hombre que había solventado mil injusticias antes de sucumbir a su propio odio. Un reflejo del futuro. Ella comprendió que su espada, la espada de su padre, no estaba allí para castigar a nadie, sino para recordar que hubo un tiempo en el que el amor fue cierto, en el que él fue feliz, y brindarle, así, el camino a una paz que ambos necesitaban.
@Lucy_Valiente_
La capitana Lyvaea sabía que debía alcanzar el santuario sagrado para reclamar la magia que destruiría al depredador oscuro, mas su enemigo era tan veloz como astuto.
En una intensa carrera, la bestia rebasó la posición de la capitana, cortándole el paso. 《No puedo permitir que el depredador alcance el santuario antes que yo》, pensó Lyvaea, 《Deberá ser otro el que reclame esa magia》.
Con determinación férrea, la mujer blandió su espada y se dispuso a hacer frente a aquel ser sabido inmortal, dispuesta a dar su vida por todos.
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